viernes, 24 de agosto de 2007

Proyecto Sandinista

INDICE-RESUMEN DEL DOCUMENTO

¿Estamos condenados a seguir padeciendo el sistema concentrador, excluyente, depredador y machista a que nos somete la doctrina neoliberal y la cultura conservadora, o podemos intentar un modelo de desarrollo y de vida alternativos? Apostar a un nuevo modelo significa comenzar a diseñar un proyecto por el cual luchar y trabajar. En este sentido, estamos sometiendo a consulta y debate lo que llamamos el Nuevo Proyecto Sandinista.
El nuevo proyecto sandinista se propone erradicar la pobreza a través de la reactivación productiva agroindustrial, teniendo en mente la transformación ética, social, económica y cultural de las estructuras heredadas. El Nuevo Proyecto Sandinista tiene como objetivo: el bienestar ciudadano, el crecimiento agroindustrial y la transformación del sistema capitalista, a través de una nueva hegemonía política, nuevos sujetos económicos y una nueva reorientación interna y externa de la sociedad.
1. Bienestar ciudadano a través de los servicios básicos, la seguridad y la dignidad personal.
2. Crecimiento económico basado en la agroindustria, garantizando que los pequeños y medianos productores puedan recorrer los eslabones de la cadena de valor, en armonía con la naturaleza y bajo un enfoque de justicia social (clases, etnias, género, regiones).
3. Estrategia para desarrollar el proyecto sandinista:
a. La democracia y los sujetos políticos de la nueva hegemonía (consejos comunitarios)
b. La transformación social a través de la asociatividad agroindustrial (asociaciones económicas de pequeños y medianos productores, trabajadores y pobladores)
c. Política de alianzas en el campo político y económico
d. Integración regional y lazos de solidaridad y complementación con todos los pueblos del mundo.
4. Las tareas actuales del nuevo proyecto sandinista
EL NUEVO PROYECTO SANDINISTA
El 5 de noviembre del año 2006 el FSLN triunfa en las elecciones presidenciales y se apresta a gobernar para el período 2007-2011, en medio de grandes contradicciones, fortalezas y limitaciones, ventajas y desventajas. Siendo como es, un partido en el gobierno, pero en oposición al sistema, el principal reto del Frente Sandinista consiste en tener que administrar una salvaje economía capitalista y gobernar una sociedad imbuida de valores neoliberales, con mucha influencia en las principales fuerzas institucionales del país, pero sin tener la mayoría política en el Parlamento.
La pregunta obligada para una organización de vocación revolucionaria y socialista es ¿cómo realizar las transformaciones sociales en estas condiciones? ¿Cómo combinar la institucionalidad democrática con la justicia social? Lo que tenemos claro es que los cambios desde arriba duran el tiempo que dura el partido que los lleva a cabo: 10 años en el caso de la revolución sandinista, 75 años en el caso de la revolución soviética, por ejemplo, sabiendo que el día en que se pierda el gobierno, se revierten todos los cambios. Se hace, pues, necesario diseñar y ensayar una estrategia de cambio desde arriba y desde abajo, cuyo punto de partida arranque en el seno de la vieja sociedad y cuyo contexto esté envuelto en el marco de las circunstancias y de la correlación de fuerzas en que nos encontramos.
En estas condiciones y a partir de la toma de posesión del gobierno sandinista el 10 de enero del año 2007, se perfila en Nicaragua la posibilidad de un nuevo proyecto, distinto al proyecto neoliberal imperante en Nicaragua en los últimos años, pero también muy diferente al proyecto de los años ochenta. Un proyecto de bienestar que resuelva las necesidades básicas de la mayoría poblacional; un proyecto que logre reactivar la economía a partir del dinamismo de los pequeños y medianos productores, encaminado hacia la armonía ecológica y la justicia social; un proyecto de transformación que permita alterar la actual correlación de fuerzas que dirige el gran capital nacional e internacional, buscando el sujeto político y económico que lo lleve a cabo.
Este nuevo proyecto expresa la voluntad del gobierno y de las fuerzas progresistas que lo llevaron al poder, levanta banderas aún inconclusas del liberalismo como la soberanía nacional y el mercado interno, para lo cual necesita de mayor hegemonía política y lo que sólo puede lograr a través de una política de alianzas y de la intervención del Estado en los eslabones más estratégicos de la economía (energía y construcción) y dentro de una orientación democrática del sector privado hacia el desarrollo nacional.
Los objetivos están expresados en gran parte en la Constitución de la República de Nicaragua: “La función principal del Estado en la economía es desarrollar materialmente el país, suprimir el atraso y la dependencia heredada; mejorar las condiciones de vida del pueblo y realizar una distribución cada vez más justa de la riqueza. “Nos oponemos a todas las formas de dominación y explotación colonialista e imperialista y somos solidarios con todos los pueblos que luchan contra la opresión y la discriminación”.
El proyecto de bienestar ciudadano, crecimiento económico y transformación social participativa surge y se alimenta de los planteamientos y lineamientos expresados por el Presidente de la República, Comandante Daniel Ortega, enarbolados bajo la bandera del combate a la pobreza. Partimos del supuesto que la pobreza es una enfermedad social, por lo tanto, puede curarse cambiando las condiciones que la generan, en este caso el modelo concentrador y excluyente imperante en Nicaragua. El gobierno de reconciliación y unidad nacional se propone combatir la pobreza a través de un programa social, con un enfoque productivo agroindustrial y un esquema de transformación social. Veamos a continuación los tres pilares del proyecto de reconciliación y unidad nacional.
1. El bienestar ciudadano tiene como objetivo garantizar los servicios básicos, la seguridad cotidiana y la dignidad personal. Garantizar los servicios básicos implica un programa de re-nacionalización de los servicios públicos. La seguridad ciudadana requiere el fortalecimiento y saneamiento ético de las fuerzas armadas para combatir la delincuencia, el narcotráfico y el tráfico de influencia. Ahora bien, en las condiciones socioeconómicas en que se encuentra el país, tales tareas no podrán llevarse a cabo sin una masiva movilización social, ejemplo de las cuales son la gran cruzada de alfabetización y las grandes jornadas de vacunación. La dignidad personal tiene como objetivo erradicar la discriminación moral y la explotación económica, encaminándonos hacia una forma ética de relacionarnos, basada en el respeto y la solidaridad social.
Garantizar los servicios básicos implica detener la privatización del sector privado empresarial, así como re-nacionalizar los servicios que han sido privatizados. Implica igualmente destinar mayor presupuesto para tales servicios (salud, educación, vivienda, caminos, seguridad, recuperación del medio ambiente, derechos humanos, otros). Finalmente se necesita trastocar la estructura tributaria nicaragüense, tanto por la vía de disminuir la evasión y tributación fiscal, como de transformarla en una estructura tributaria progresiva (exigiendo mayor pago a quienes más ganan).
Como parte del bienestar ciudadano se encuentra la lucha contra la corrupción, hay que defender al Estado de la corrupción del sector privado y hay que defender a los ciudadanos de la corrupción del Estado.
2. El desarrollo económico a través del crecimiento agroindustrial. El motor principal de un desarrollo equitativo puede lograrse a través de la reactivación productiva de los pequeños y medianos productores, tanto del campo como de la ciudad, siendo como son la mayoría de los productores y los que más riqueza, empleo y alimentos generan al país. Esto implica reorientar las políticas económicas hacia estos sectores, vinculando sus eslabones con el gran sector privado. Estamos hablando de los campesinos en general y de la llamada pequeña-y-mediana empresa (PYMES).
Se considera que la agroindustria es la vía de industrialización más promisoria para el país, dado que se dispone de la materia prima para llevarla a cabo, es decir, los alimentos, incluso para potenciar otras industrias como la turística. Los alimentos son una necesidad para la gente, los animales, los suelos, el mercado interno, la industria de transformación y el ahorro o la generación de divisas a través de las exportaciones.
3. La estrategia del proyecto sandinista.
a) La democracia y los sujetos políticos de la nueva hegemonía. La transformación social descansa en la creación de los nuevos sujetos políticos y económicos que pueden gestionar la sociedad en general y la economía en particular por la senda de la justicia social. La estrategia política parte de la institucionalidad democrática cuyos pilares son la democracia representativa y participativa. Si desde el punto de vista político el ciudadano aislado ha sido el sujeto político por excelencia del modelo liberal y desde el punto de vista neoliberal los grupos de notables son sus representantes, el proyecto sandinista propone enriquecer la tradición democrática concediendo mayor participación a la ciudadanía, organizando a la ciudadanía en consejos comunitarios o consejos del poder ciudadano, lo que no niega la existencia o multiplicación de otras formas de representación y participación. Estos consejos funcionarán como escuelas políticas de participación e incidencia real en los asuntos del interés colectivo (lucha contra las drogas y el narcotráfico, las pandillas y la trata de personas, las enfermedades, la ignorancia, la depredación del medio ambiente y la marginación o negación de los derechos humanos).
Se hace necesario asimismo escalar la participación ciudadana a los medios de comunicación, quienes en su mayoría, salvo casos excepcionales, han estado al servicio de la oligarquía y de la libertad de expresión limitada a sus intereses. La libertad de expresión debe estar al servicio de todos los intereses, incluyendo los intereses mayoritarios. Los medios de comunicación de la oligarquía no pueden seguir teniendo el monopolio de la moral pública, la verdad y la justicia como hasta ahora lo han pretendido.
b) La transformación y la acumulación a través de la asociatividad y la autogestión. De igual manera, si los sujetos económicos del capitalismo han sido el empresario y el consumidor, ambos subordinados al mercado, el proyecto sandinista se propone transitar a un modelo incluyente por medio de las asociaciones económicas de pequeños y medianos productores, cuyo fin sea la capacidad de estos productores para escalar los eslabones de la cadena de valor, a través de la asociatividad agroindustrial. Asimismo, se promoverá la autogestión de los trabajadores en sus centros de trabajo, de los estudiantes en sus centros de educación, de los pobladores en sus comunidades.
Frente a la acumulación vertical como un medio de acumular por acumular, típico del capitalismo, la asociatividad y la autogestión se propone la acumulación horizontal como un medio para satisfacer las necesidades de los productores, trabajadores y pobladores. La acumulación horizontal mantiene la propiedad privada en el ámbito de la producción y fomenta la gestión colectiva de la misma en el ámbito de la circulación (comercio, industria, servicios financieros, entrenamiento técnico y educación).
La autogestión de los trabajadores, los estudiantes y los pobladores en sus asuntos económicos, sociales y culturales en general se propone terminar con las relaciones de dominio en todas sus manifestaciones.
El perfil social o nueva forma de Estado al que aspira el proyecto debe conducirnos a sustituir el viejo Estado (combinación gobierno-corporación), por un Estado que priorice la combinación gobierno-consejos-asociaciones (pequeños y medianos productores, trabajadores, pobladores en sus diferentes expresiones). De esta manera, la reconciliación y unidad nacional, alcanzaría su plena identidad y hegemonía a través de la simbiosis gobierno-sociedad civil.
Todo proyecto requiere de una estrategia organizativa e institucional, tanto en el ámbito político, como en el ámbito económico, que facilite la encarnación de los mensajes, la cohesión de los actores, la apropiación de los valores y la transformación de la conducta. En nuestro caso la estrategia organizativa parte de la institucionalidad existente, buscando como articular las fuerzas motoras del proyecto y construyendo progresivamente su propia institucionalidad.
El siguiente esquema expresa la necesidad de hacer converger las instituciones centrales y municipales, con las organizaciones cívicas, sociales y económicas de la sociedad nicaragüense. En síntesis, la estrategia apunta a institucionalizar los dos pilares del proyecto, a saber, los consejos en el ámbito cívico-político y las asociaciones en el campo económico. ¡Sin un nuevo sujeto político, sin un nuevo sujeto económico, no puede haber un nuevo modelo social!

G o b i e r n o

Gobierno Central Gobierno Municipal

CONSEJOS DEL PODER CIUDADANO

Ciudadanos Organizaciones

ASOCIACIONES ECONOMICAS

S o c i e d a d C i v i l

Hoy por hoy, el nuevo proyecto sandinista, encabezado por el Frente Sandinista y sus aliados, así como por el gobierno de reconciliación y unidad nacional que preside el comandante Ortega y su gabinete social y económico, tiene una significativa influencia en las fuerzas armadas (Ejército Nacional y Policía Nacional) que provienen de la revolución sandinista; en todos los poderes del Estado, principalmente en el poder ejecutivo, compartiendo el resto de poderes con otras fuerzas políticas; en la mitad de los gobiernos municipales; en la universidad y colegios de secundaria; en las iglesias católicas y protestantes; en las organizaciones sociales y en gran parte de las organizaciones civiles y medios de comunicación. Sin embargo, no alcanza la fuerza mayoritaria en la población que tienen otras fuerzas de izquierda en el continente. Por lo tanto, la batalla por las ideas se convierte en el gran reto para nuestro proyecto.
c. Política de alianzas. Avanzar en la construcción de los pilares del proyecto sandinista requiere una serie de cambios que no podrán hacerse sin una política de alianzas en todos los ámbitos, particularmente en el parlamento, las fuerzas políticas y económicas (pequeños, medianos y grandes productores), los concejos municipales y la población organizada en general.
Los acuerdos emprendidos hasta ahora a nivel de la dirigencia o de las instituciones públicas, urge encarnarlos a nivel de la población en general. Hasta ahora y desde hace 200 años, las fuerzas extranjeras y las fuerzas locales de la oligarquía han fomentado y atizado una gran división en el seno del pueblo, salpicada de guerras civiles, envenenamiento generalizado y polarización que ha impedido la defensa de las causas comunes del pueblo nicaragüense.
En una política de alianzas lo que cuenta son las posiciones políticas de cada uno, las que deberán basarse en los intereses comunes. El antisandinismo emprendido por la oligarquía desde el primer movimiento sandinista en los años 30 ha sido la principal política de polarización del país en las últimas décadas, en contubernio con el injerencismo y antiimperialismo del gobierno norteamericano y de sus enclaves y corporaciones económicas.
La política de alianzas está inmersa en condiciones históricas determinadas, lo que requiere de una gran madurez y disciplina para encaminarla hacia el desarrollo y bienestar de la población.
La correlación política de fuerzas en Nicaragua refleja la correlación de fuerzas en lo económico y se expresa en la clientela electoral, en los poderes del Estado y en las fuerzas organizadas en la sociedad civil.
Las fuerzas liberales del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), representan el 27% de los votos; las fuerzas neoliberales de la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN), representan el 25% y las fuerzas sandinistas del FSLN, representan el 38% y el 9% por parte del Movimiento de Renovación Sandinista (MRS), (algunos de sus dirigentes se han plegado últimamente a las filas del partido de la oligarquía neoliberal). Es obvio que hay más posibilidades de establecer alianzas con los liberales que con los neoliberales, debido a las relaciones de mayor subordinación de estas últimas con el injerencismo norteamericano. Sin embargo, no hay que descartar una real política de unidad nacional con todas las fuerzas, a fin de alcanzar la soberanía política y la autodeterminación económica).

Correlación Política de Fuerzas

Resultados de las elecciones del 2006

A nivel económico, la correlación de fuerzas muestra una estructura dinámica a través de tres grandes bloques económicos.
1. El bloque de las empresas transnacionales.
2. El bloque de la oligarquía financiera encarnada en los mega-capitales de siete familias, emparentado con el primer bloque transnacional, ella misma avanza hacia la integración de empresas transnacionales de carácter nacional y regional.
3. El bloque de la economía popular, donde se encuentran los pequeños y medianos productores del campo y la ciudad, los campesinos, las comunidades indígenas, las empresas de los trabajadores, los artesanos y demás trabajadores por cuenta propia. En este bloque se encuentra asimismo el sector más avanzado de la economía popular, llamado sector asociativo y autogestionario, compuesto por federaciones agroindustriales de cooperativas y empresas de trabajadores.
La política de alianzas con estos bloques se establece a partir de los objetivos del bienestar social y de los objetivos del crecimiento económico. La política sandinista en relación a estos bloques expresa la política sandinista sobre la propiedad que reza así: a) respeto a todas las formas de propiedad, b) defensa de la pequeña propiedad, c) fomento de la propiedad asociativa y autogestionaria.
La inversión extranjera de las grandes corporaciones interesa al país porque estimula la inversión y genera empleo, exigiéndosele el respeto a los derechos laborales, una relación consecuente con la salvación del medio ambiente, su contribución a los ingresos tributarios nacionales y el fomento a la agro-industrialización de la economía; lo mismo se espera del gran capital nacional. Por supuesto que en caso de contradicción entre ambos capitales el gobierno y el Frente Sandinista estarán a favor de los intereses soberanos del pueblo nicaragüense.
La estrategia de desarrollo agroindustrial prioriza a los productores que más producen alimentos, empleo y divisas, es decir, a los pequeños y medianos productores del campo y la ciudad, siendo ellos los que hacen posible que la lucha contra la pobreza pueda llevarse a cabo a través de una estrategia productiva y de transformación social. En caso de contradicción entre este sector de la economía popular y el resto del capital, el gobierno y el Frente Sandinista estarán a favor de la economía popular, igualmente, los principales recursos y las políticas económicas y sociales del gobierno y del país deberán disponerse para este sector y a favor del mismo.
El gráfico que se expone a continuación muestra la actual correlación de fuerzas en la sociedad entre los diferentes sectores económicos y muestra a su vez la orientación del nuevo proyecto sandinista, conviviendo con el capital, pero a favor del desarrollo nacional, y apoyando y encaminando la economía popular hacia la asociatividad y la autogestión.
En la base del diagrama se encuentra el sector capitalista, hegemonizado por el capital transnacional. Es el bloque hegemónico porque las relaciones del mercado capitalista son las relaciones dominantes en la economía, independientemente del control que tenga sobre la tierra y sobre la producción, la generación de alimentos, divisas o empleo.
En el centro del diagrama se encuentra el bloque de la economía popular, la más grande en términos de familias, generación de empleo, aporte al producto interno bruto y generación de divisas. Este bloque, a pesar de controlar el 70% de la tierra y de la producción agropecuaria, manufacturera y comercial se encuentra en los eslabones primarios de la cadena de valor, lo que le impide captar los excedentes que produce, siendo los mismos drenados a través del mercado hacia aquellos sectores que se encuentran en eslabones superiores. La forma de salir de esta situación de empobrecimiento es asociarse y escalar los eslabones industriales, financiero-crediticios y comerciales (mercado interno y externo) de la cadena de valor de la economía. Situación que no podrá hacer sin el apoyo del Estado, es decir, del gobierno central y de los gobiernos municipales, de los centros de estudio y asesoramiento técnico, así como del apoyo de las organizaciones sociales y civiles existentes en el país.
Actualmente, la economía popular sólo tiene dos alternativas: a) mantenerse subordinada a las relaciones capitalistas y al monopolio del gran capital, b) organizarse y alcanzar la asociatividad agroindustrial.
La dinámica de la economía se ha caracterizado en los últimos años por dos movimientos, a) quiebra de los capitales locales por la competencia feroz del capital transnacional, b) avance de la economía popular en el control de la tierra y de la producción, aunque no de los excedentes ni de la orientación de la sociedad y la economía hacia dicho sector. Si las fuerzas del gran capital se mantienen, la dinámica de la economía apuntará hacia abajo, si las fuerzas de la economía popular asociativa avanzan, la dinámica de la economía apuntará hacia arriba, tal como se señala en el gráfico.
d) Integración regional, centroamericana y latinoamericana.
La situación de economía globalizada en que se desenvuelven nuestros países, así como el tamaño de los mercados vuelve imperativa la integración regional de nuestras economías. Hasta ahora, nuestras economías estuvieron subordinadas a los capitales del mercado mundial, con un raquítico mercado interno, distorsionadas por una urbanización sin industrialización y en medio de un perverso intercambio desigual dentro de las redes del comercio internacional.
A partir de la asunción al poder del gobierno sandinista se han intensificado las relaciones de solidaridad con Cuba, Venezuela y otros países del bloque latinoamericano. Esperamos que en el futuro se intensifiquen asimismo las relaciones con fuerzas económicas progresistas en el resto del mundo, incluyendo Europa, Estados Unidos, Asia y África.
4. Las tareas actuales del nuevo proyecto sandinista
El proyecto incorpora las directrices del Presidente de la República, el Gabinete Económico, el Gabinete Social, el Consejo de Comunicación y Ciudadanía, el Parlamento, el Consejo de Planificación Económico y Social (CONPES), en búsqueda permanente del consenso con todas las fuerzas políticas, sociales, religiosas, económicas que estén a favor del desarrollo nacional.
A nivel territorial, los consejos comunitarios locales (departamentales, municipales y comarcales-distritales) articularán los principales planes gubernamentales y las acciones concretas (plan educativo, plan de salud, plan productivo alimentario, plan energético y constructivo, otros), lo que permitiría aglutinar a las organizaciones y a la población en su conjunto, tanto sandinistas como liberales u otros partidos o poderes nacionales y municipales. Es importante eliminar el sectarismo y fomentar la participación de la base social, tanto sandinista como liberal, de tal manera que el proyecto se encarne en una mayoría política nacional. Sería un error creer que se puede emprender un proyecto nacional sin la participación de todas las fuerzas políticas nacionales.
Durante todo este tiempo, estaremos conviviendo conjuntamente con las fuerzas políticas y económicas diferentes, como son los partidos políticos y los empresarios locales y extranjeros, los que estarán regidos y atenidos a las leyes de la República y a las reglas del mercado nacional e internacional. Frente a las fuerzas políticas adversas se propone una política de entendimiento y reconciliación en base a objetivos comunes como el combate a la pobreza y el bienestar social de la población. Frente a las fuerzas económicas se propone priorizar a los pequeños y medianos productores, capitalizándolos y organizándolos, a la par que trabajaremos para que los empresarios privados puedan contribuir con el desarrollo económico nacional.
Objetivo y dinámica del debate ideológico
Armonizar visiones, actores y tareas alrededor del plan de Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional, punto de partida para la construcción del proyecto alternativo. La estrategia organizativa del programa de gobierno debe lograr conformar un esquema de participación donde se junten las principales fuerzas que impulsarán el proyecto, tanto las instancias gubernamentales (central y municipal) como las organizaciones sociales y civiles, a través de diferentes mecanismos de articulación: La batalla contra el hambre y la pobreza a través del Programa Productivo Alimentario con los gremios rurales, las cooperativas y todos las organizaciones sociales y civiles que trabajan en los territorios; la batalla por la eliminación de las enfermedades infectocontagiosas, a través del plan de salud entre el Ministerio de Salud y el movimiento comunal, las organizaciones sociales y civiles que trabajan en salud en los territorios de la ciudad y el campo; la batalla de la alfabetización a través del plan educativo del Ministerio de Educación con las asociaciones escolares (padres, maestros, organizaciones), y así sucesivamente con todos los planes nacionales. De esta manera podríamos alimentar a las asambleas ciudadanas de contenidos concretos que giren alrededor de los planes nacionales y municipales de gobierno, entre otros.
A su vez, todos los compañeros y compañeras con alguna responsabilidad deberán mantenerse informados, tanto directamente a través de exposiciones de ministros y demás autoridades gubernamentales, como a través de los medios de comunicación, las asambleas de consulta, amén del material de estudio que estaremos entregando a través de estos cuadernos periódicamente. Por supuesto que la práctica discursiva tiene que acompañarse con la participación efectiva en todas las instancias correspondientes y bajo la ejemplaridad personal de los líderes como principal medio para ganar hegemonía.
Acción inmediata para el primer trimestre (mayo-julio)
El programa de capacitación comenzaría con la realización de seminarios nacionales de información y explicación a las principales autoridades gubernamentales, líderes políticos y sociales, así como a los directivos de las asociaciones económicas. A nivel departamental los responsables de capacitación deberán apoyarse en compañeros delegados del gobierno o de las universidades para continuar con las exposiciones específicas. A continuación se ofrece un temario mínimo de los puntos que podrían tratarse en los talleres específicos.
1. Explicación sobre el contenido del proyecto y su estrategia organizativa. Diferencia entre las condiciones en los años 80 y las actuales condiciones. Relación entre las medidas materiales que favorecen a la población y la simpatía política hacia un partido, un gobierno o un proyecto determinado, observadas desde la lógica de la lucha ideológica.
2. Explicación sobre el gobierno que encontramos. Vulnerabilidad de los recursos naturales, la producción y los servicios; atomización de las instituciones; privatización y alta dependencia organizativa y sustantiva de la cooperación internacional; hegemonía económica e ideológica de las corporaciones internacionales y de la oligarquía respectivamente, atraso político, cultural y económico de gran parte de la población.
3. Explicación de la ecuación corrupción-privatizaciones-neoliberalismo, con el fin de que la gente relacione los fenómenos cotidianos y el funcionamiento del sistema imperante (capitalismo salvaje).
4. Información de las primeras medidas del gobierno sandinista, incluyendo las metas para los primeros cien días de gobierno, acompañada de una explicación sobre la lógica política: Ej. disminución de la tarifa del transporte urbano de Managua, solución parcial a la emergencia energética, gratuidad en la educación y en la salud, esfuerzos por mejorar los servicios de agua potable, alfabetización y vacunación masivas, capitalización de los pequeños y medianos productores, incremento y prioridad presupuestaria a las necesidades sociales, disminución de los mega-salarios y otros gastos de los ministros, etc.
5. Explicación de las fortalezas y potencialidades del gobierno.
6. Explicación económica y enfoque político sobre el gasto y la inversión en las reformas al Presupuesto de la República, situación fiscal, monetaria y de comercio exterior, orientación de las políticas económicas del gobierno (Programa Económico Financiero, propuesta sobre evasiones y exoneraciones fiscales, cambio de la estructura tributaria, relaciones soberanas en la negociación con el Fondo Monetario y la comunidad internacional).
7. Explicación del Programa Hambre Cero, como parte de la política social y económica del gobierno en el combate a la pobreza y al subdesarrollo nacional, explicando el contenido, la organización y la ejecución en sus diferentes expresiones: producción, alimentación, salud, educación, crédito, coordinación, participación, movilización, en los territorios.
8. Explicación concreta, nacional y departamental, de la situación de los servicios públicos: agua, salud, educación; energía y construcción; programas de crédito; estrategia del medio ambiente; estrategia de integración regional (ALBA), otros.
9. Explicación sobre la estrategia de participación y poder ciudadano.
Este seminario incluye exposiciones de diferentes compañeros, las que deberían ser reproducidas a nivel departamental y/o distrital. Acompañamiento por parte de un equipo central en las asambleas departamentales, sobre los temas señalados. Edición de un boletín donde se informe y analice periódicamente el quehacer, avance y nuevas tareas del proyecto en su conjunto.
Este texto es un punto de partida y un medio de consulta, discusión y educación política ciudadana sobre el quehacer y desarrollo del nuevo proyecto sandinista.

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